"Deben ser indeterministas, cuestionadores del orden existente; deben buscar explicaciones divergentes a las que se dan por aceptadas y ser críticos permanentes con lo que se tiene por cierto" Ávila Fuenmayor

jueves, 29 de julio de 2010

La preparación física en el fútbol base


"Jugar es tan importante para el niño como el sueño, es fundamental para su salud corporal y para su mente. Él aprende jugando. Así satisface su deseo de moverse y descubrir el mundo. De este modo, el Juego debe ser siempre su punto central de cada sesión de entrenamiento". (Wein, 2003).

Últimamente y observando los nuevos proyectos de presente y futuro de clubes modestos suelo sorprenderme de la inclusión en categorías de formación (desde benjamines en adelante) de preparadores físicos. Preparadores físicos que en mi opinión llevan por bandera el fútbol integrado, es decir, desintegrado y que (y con buena fe) piensan que eso es lo mejor, lo más adecuado y por supuesto lo más transferible a la práctica del fútbol.

No quiero centrarme en hacer una crítica determinada sobre la metodología adoptada actualmente por la gran mayoría de preparadores físicos (a los cuales les tengo total respeto) y sí analizar el porqué los clubes de élite y los modestos que “aspiran a” con fuertes canteras pretenden integrar el trabajo de un preparador físico en jugadores bastante jóvenes.

Lo primero sería analizar de forma breve el porqué introducen a preparadores físicos. El objetivo principal suponemos que debe ser el éxito del equipo a través de una adecuada formación física específica en relación al fútbol y los objetivos colaterales podrían ser, pretender ganar “profesionalidad” con el trabajo de varios miembros del cuerpo técnico, ganar cierto prestigio con la inclusión de profesionales especializados, así como otros objetivos menores.

A partir de aquí habría que hacer una lectura real de todo esto y realmente llegar a conocer el trabajo del preparador físico (para el cual yo me estoy formando) sabiendo que transferencia tiene a la hora de afrontar un partido.

Personalmente creo que para un buen aprendizaje debemos trabajar orientando el entrenamiento al desarrollo espontáneo de los jóvenes futbolistas. Cómo nos expone Tamarit, X. (2007) “…es preciso que analicemos bien las características del buen aprendizaje, que analicemos las características que se dan en el fútbol de calle por la importancia que ha demostrado tener en la formación de jugadores de élite, y que las transportemos a las Escuelas de fútbol, las cuales, deben asumir la responsabilidad de relacionar a los niños con el juego, en nuestro caso, con el fútbol”. Es decir aprovechar según nos dice Fonseca, H. el “potencial lúdico-formativo” (2006 cit. por Tamarit, X. en 2007) para manejarlo en la formación de los jóvenes futbolistas no pretendiendo desarrollar una miniformación de élite haciendo un “sevilla en pequeño, un barcelona en pequeño, etc.”

Para todo esto el entrenamiento no puede estar guiado por parámetros físicos en los que se desarrollen determinadas cualidades físicas, la coordinación óculo-pédica o el equilibrio, sino más bien dotar el entrenamiento de imprevisibilidad, de variabilidad y de alternancia dando LIBERTAD al jugador en el desarrollo del entrenamiento, provocando que llegue al error y que incluso el mismo sea capaz de solucionarlo. Desarrollar en la escuela el famoso “fútbol de calle”.

Con todo esto llegamos a la conclusión de que el preparador físico podrá tener relevancia en equipos de base siempre en cuando su metodología de trabajo se base en el Jugar, en el dejar jugar. Sólo así se desarrollará la creatividad del joven futbolista a la vez que su condición motora.

Por último os dejo con una frase de Vitor Frade leída en el libro Periodización táctica (Tamarit, X. 2007) y la cuál puede definir a la perfección lo que hemos comentado.

“Es urgente que los clubes piensen lo que han hecho desde los 5,6 años hasta los 14, ya que sistemáticamente los jugadores que más evidencian y alcanzan posteriormente un nivel superior de rendimiento en esos clubes llegan como mínimo cerca de los 14 años viniendo exactamente de un proceso sin cualquier tipo de preocupación donde juegan tres veces por semana y andan jugando por la calle. Por lo tanto, sólo se debería pensar el reciclaje del Fútbol de calle en función de crear el Fútbol de calle en los propios clubes”.

Marco Tamarit

martes, 20 de julio de 2010

Juanma Lillo


"No me gusta separar ni fracturar ninguna zona ni ningún futbolista de lo que es el contexto de un equipo. Todos deberíamos enfocar el juego desde una perspectiva social para no disociar cosas que no están disociadas"

No quisiera que pasara mucho tiempo sin presentar de forma breve a uno de los entrenadores que han hecho avanzar el fútbol, que han logrado mostrar una nueva perspectiva de trabajo atendiendo a la estructura condicional del fútbol y cómo el mismo dice “jugando los partidos de lunes a sábados”.

Aprovechamos una entrevista realizada en AB fútbol (revista técnica especializada en fútbol) para reflejar su forma de ver el fútbol. Sin duda alguna es un “ser” que no tiene nada de desperdicio. Entre las respuestas que se reflejan en la entrevista destacamos:

“Cada día soy más consciente de mi “no conocimiento”, que el haberme acercado al pensamiento sistémico me ha ayudado a tener una conciencia mucho más holística y ya no me atrevo a hablar de casi nada, y cuando me atrevo es con el “creo”, “me parece”, “puede ser” y no tengo ningún pudor en decir “no lo sé”.

“Siempre he tenido mucha inquietud por saber el porqué, cuando ahora precisamente lo que he aprendido en el camino es que no hay porqués…”

A la ya pregunta habitual de si le gusta jugar bien…
“… Pero además lo de jugar bien es hacer todo lo posible para estar más cercano a la victoria que a la derrota, eso es jugar bien, no es pintar un cuadro con los pies, es simplemente hacer todo lo posible por estar más cerca de la victoria y sí claro que me gusta jugar bien, porque me encanta ganar”.

“El único que sabe de su técnico es el futbolista y encima el futbolista que no juega, ese es el que más sabe de su técnico”.

A la pregunta de si le da mucha importancia a la preparación física en primera división…
“ Es que no hay. Es que eso no existe. Tú sales por la mañana a hacer una actividad fisiológica y modifica tu estado de ánimo, pero si no tienes un estado de ánimo “x”, no puedes hacer una actividad fisiológica. El ser humano es un TODO, andar fracturándolo ha generado muchos problemas…”

En otras preguntas el técnico nos habla de “conjeturas metodológicas” basándose en la teoría de sistemas y huyendo de la palabra principio (“es algo acotado, cerrado…”).

Podríamos reflejar muchísimos más aspectos relevantes de la entrevista realizada al entrenador tolosano. Esto lo dejaremos para otro momento destacando las expresiones expuestas anteriormente. Podríamos terminar con una frase muy sencilla pero que define claramente su metodología y defiende la creación de un modelo de juego. Ésta frase es contestada a la pregunta de:

“¿Qué no falta nunca en un entrenamiento de Juan Manuel Lillo?”
“El balón. El balón y las interacciones, las relaciones que da un balón”.

Para mí está claro que es un técnico a seguir es todas sus facetas. Como técnico en formación (creo que siempre estaré en continua formación) no creo que admire a determinados entrenadores (al menos yo) pero si soy consciente que tengo referentes. Está claro que uno de los referentes para mí debe ser y en éste caso es Juanma Lillo.


Marco Tamarit


* Aclaración. En lo referente a la última frase del técnico no hace falta aclarar que no se está refiriendo al entrenamiento integrado en el que se engaña al jugador con balón para conseguir determinados parámetros físicos.

miércoles, 7 de julio de 2010

“Dinámica de lo impensado”


Ya está en mis manos el libro de Dante Panzeri tan deseado y recomendado por uno de mis compañeros de éste mundo y por supuesto también promocionado por el señor Juan Manuel Lillo.

El libro parece ser una caja de sorpresa…Aún no he tenido tiempo más que para leer las 5 primeras páginas y ya se deja entrever que será un viaje fantástico. En sus primeras páginas hace un símil entre la forma de conducir un coche o manejar una pelota de fútbol llegando a comentar:

“…manejando un automóvil o una pelota de fútbol, aquel experimentado futbolista, y novicio conductor, usaba una misma técnica: la de su capacidad para resolver, improvisando, cambiando, haciendo jugar lo espontáneo sobre lo pensado. No choca.”

Ya me voy de vacaciones por unos días y no hay mejor forma que con un libro cómo “dinámica de lo impensado” bajo el brazo para a la vuelta compartir muchas de las conclusiones extraídas tras la lectura, que espero no sean pocas.

Espero que tengáis buenas vacaciones. Volveremos a escribir en pocos días.

Marco Tamarit