“Los sistemas tienen propiedades
emergentes que no se encuentran en las partes que los componen. No se pueden
predecir las propiedades de un sistema entero dividiéndolo y analizando sus
partes”
(O`Connor, J; y McDermott, I. 1997).
Antes de comenzar éste sencillo
análisis, quisiera dejar claro que es un simple análisis que parte de un colectivo,
y no de un aislamiento de una posición concreta. Es decir, analizo una posición
concreta pero no creo en un trabajo descontextualizado e independiente del
resto de jugadores. Por tanto el análisis siempre lo expongo teniendo en cuenta
la “entereza inquebrantable” del fútbol, tomando como base el todo. Las intenciones
tácticas y los medios tácticos a usar por parte del pivote defensivo, siempre
serán interdependientes (dependencia recíproca) del colectivo.
El sistema de juego entendido como el
1-3-5-2 hace una apuesta claramente ofensiva, teniendo en cuenta que la
superioridad en el centro del campo unido a la amplitud ofensiva se entiende
como el éxito en el juego dentro de éste modelo. Dentro de éste sistema tiene
especial relevancia desde mi perspectiva, las intenciones tácticas del pivote
situado en zona de creación.
Destacamos de sus intenciones
tácticas, las defensivas, ya que son las que dan el aporte al equilibrio al que
nos referimos. Estas son:
Acosar. Frente
a la posesión de balón del equipo contrario debe facilitar la superioridad
numérica en la zona de creación. Siempre será el jugador que aportará el 2 contra 1,
provocando la recuperación de balón lo más rápido posible.
Disuadir (temporizar).
De vital importancia en las transiciones de juego, en éste caso en la
organización defensiva (repliegue). De ésta
acción dependerá en gran parte la organización de nuestro equipo. Siempre deberá
intentar llevar al jugador a zonas extremas del campo, evitando la progresión
en ataque del equipo contrario y favoreciendo la ralentización en su ataque.
Interceptar. La
ruptura de las líneas de pase en la zona de creación y finalización (en caso de
reconstrucción defensiva), ganando más importancia en función del ataque
organizado del equipo adversario. Si el equipo contrario presta un juego
combinativo frente a individualidades o juego directo en zonas de creación,
adquiere mayor importancia dicha intención táctica.
Detener el juego. Herramienta que puede aportar la
misma utilidad que el resto en fase defensiva, pero que debe ser la última en
usar ya que no favorece la recuperación de la posesión de balón. Debe ser un
recurso de emergencia y que no por ello debe perder importancia u olvidarse en
el trabajo de las intenciones tácticas defensivas.
Inhabilitar al adversario. Es una intención que marca mucho el posicionamiento zonal
dentro de nuestro sistema de juego. Se produce en mayor medida por el control
del espacio que rodea la zona de creación, así como de las zonas de tránsito y
de mayor influencia del balón del rival.
Tendremos que tener en cuenta nuestro
modelo de juego para potenciar en mayor
o menor medida cada una de estas intenciones tácticas, así como nuestra estrategia operativa semanal.
Dejamos aquí la primera parte del análisis.
Profundizaremos en mayor medida sobre las intenciones tácticas y los medios
para llegar a ella, así como las acciones del pivote dentro de un colectivo y
como parte del todo.
Marco Tamarit
* Para redactar ésta
entrada he tenido en cuenta el trabajo del pivote A.E.S.R. que desarrolla su
juego dentro de un sistema de juego 1-3-5-2.