Hay grandes
diferencias en las perspectivas de entrenamiento. En ellas tenemos el equipo
que entrena para competir, el equipo que
entrena para jugar mejor, el equipo que entrena para contrarrestar al rival
bajo cualquier forma... Mi equipo entrena para competir bajo su modelo de juego, contra su propio modelo de juego y el del adversario.
La estrategia operativa se ha vuelto
indispensable, e implica disponer de todas las herramientas posibles para así
poder planificar el proceso de entrenamiento y la competición. Anticipar lo que
pueda suceder durante la competición ayuda a reducir el margen de
imprevisibilidad, además de potenciar una mejor toma de decisiones. Facilitar
durante la semana situaciones de entrenamiento que se puedan dar posteriormente
en el partido, ayudará a obtener una mejor respuesta cuando éstas se den.
Debemos conocer no sólo los defectos del rival,
sino también sus virtudes y como poder contrarrestarlas de forma acertada. Esto
no implica que condicionemos nuestro modelo de juego al del rival, y que
nuestro juego consista en contrarrestar el del rival. Nuestro modelo de juego
debe ser la base sobre la que aplicar los elementos que nos permitan superar al
contrario. Debe ser por tanto primordial aplicar el primer objetivo dentro de
un partido, que es imponer nuestro modelo de juego sobre el del rival.
Un mal ejemplo a esto sería cuando el modelo
de juego de nuestro equipo basa su ataque organizado en un ataque combinativo y
de posesión, y cuando juega contra un equipo que practica un juego igual, el
equipo pierde la iniciativa del juego, parte de posiciones replegadas y el
ataque organizado que realiza es el ataque directo. En este caso estaríamos
modificando nuestro modelo de juego. Un ejemplo bien entendido podría ser
continuar con nuestro juego combinativo, fomentando una mayor amplitud ofensiva
buscando trasladar las zonas de finalización desde las bandas. Se modelarían
parte de uno de nuestros principios específicos del juego (de los que
hablaremos más tarde), pero no la esencia de nuestro modelo.
Para poder trazar nuestra estrategia
operativa, realizaremos un análisis del rival utilizando videos de otros
partidos, visualización de partidos en directo, informes, entrenamientos, etc.
La estrategia operativa podría seguir el siguiente proceso:
- Información sobre el modelo predominante de
juego dentro de las fases y subfases del juego (ataque organizado,
transiciones, etc.).
- Defectos y virtudes dentro de esas fases del
juego.
- Estrategia ofensiva y defensiva.
- Nuestra estrategia operativa para el partido
teniendo en cuenta los aspectos nombrados anteriormente.
- Sesiones de entrenamiento donde se reflejen
los aspectos que debemos asimilar para la competición.
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